¿Quieres un web o quieres un WordPress
Seguro que conocen muchos casos de "la marca por el producto": los kleenex por los pañuelos de papel, la nocilla por la crema de chocolate para untar o el albal por el papel de aluminio. Lo mismo ocurre en tecnología. De igual manera que para muchas personas internet está identificado con Google, es muy frecuente que se acerquen a nosotros pidiéndonos "un Wordpress". La herramienta masivamente mayoritaria para gestionar webs actualmente se ha convertido ya en sinónimo de web, y en muchas ocasiones nos lo han impuesto como requisito para un proyecto, sin más argumentos que el hecho de estar incluido en muchísimos servicios de hosting o la prescripción, en ocasiones arbitraria, de la agencia o consultor de marketing online.
Por esto, nos parece muy interesante la comparativa que compartimos (en inglés) que nos puede ayudar a elegir el CMS para nuestro proyecto web, teniendo en cuenta nuestras necesidades. Aquí solo vamos a comparar DNN con Wordpress, pero podríamos incluir otros CMS de uso generalizado, también algunos con licencia, para tener más opciones para elegir. Éstos son, quizás, los aspectos más importantes que debemos tener en cuenta para elegir la plataforma con que desarrollaremos nuestro web (el orden no es relevante, todos son importantes), más allá de los requisitos funcionales que necesitemos:
- Presupuesto: obviamente, tener más o menos recursos nos permitirá elegir más o menos opciones.
- Ecosistema: Windows o Linux, y las implicaciones que el nuevo web vaya a tener con el resto de sistemas nos pueden dirigir muy claramente hacia uno u otro CMS.
- Diseño web y administración: la forma en que se gestionan plantillas gráficas (temas) y la variedad y facilidad de éstas.
- Seguridad y usuarios: la potencia en la gestión de usuarios, grupos y permisos.
- Vulnerabilidad: la cantidad de webs con un CMS influye directamente en los ataques que puede sufrir, no todas las tecnologías son igual de seguras, y la rapidez de actualización.
- Velocidad: mayor rapidez de carga, optimización de recursos.
Resumiendo, no solemos aceptar la imposición de una herramienta sin haber analizado las necesidades y requerimientos de un cliente.